Hablaba con un amigo sobre la psique humana. Tenemos algo en común que os podéis imaginar y nos centrábamos en cuando éramos más "alternativos".
Hablamos de muchas cosas y me dijo de la meditación, de como centrando tu mente en un sonido, un uhmmm... llega un punto en que ésta explota en colores y comienzas a pensar en las cosas de formas que normalmente te parecerían inimaginables. Mi mente ha explotado muchas veces por diferentes motivos pero que yo recuerde nunca por la meditación, por lo menos como un acto consciente.
También llegamos a la conclusión de que, cuando un pensamiento intrusivo te atrapa, es tontería intentar dejar de pensar en él porque tarde o temprano siempre vuelve, es mejor dejar que ese pensamiento acabe.
Es como intentar parar las olas en el mar, terminarán por destruir lo que sea que las frena, cuando si las dejas fluir acabarán por si solas, suavemente en la arena de la playa.
También nos dimos cuenta de que, todos los recursos que la mente dedica a esos pensamientos intrusivos, al finalizar éstos, quedan libres, a tu disposición, recursos a los que normalmente no tienes acceso y que puedes dedicar a cosas más constructivas.
Quizás sea también otra forma de meditación y el motivo por el que a los momentos de locura les siguen momentos de genialidad.
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